Después de esperar tanto, un día como cualquier otro, decidí triunfar. Decidí no esperar las oportunidades, sino buscarlas. Ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Ver cada día como una oportunidad de ser feliz.
Descubrí que mi único rival son mis propias debilidades,mis complejos, y que entre ellos se encuentran la mejor forma de superarme. Dejé de temer perder. No soy la mejor, y nunca lo fui. Dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi presente. Me dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora solamente me importa mejorar en el día a día. Lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento. Es una filosofía de vida.
Decidí cambiar muchas cosas, y aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde entonces no duermo para descansar, sino para soñar...
Desde entonces no duermo para descansar, sino para soñar...
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