No son versos dedicados, son versos pensados. Un vaivén. Altibajos.
Es negro o blanco, no puede ser más. Una lucha contra mí misma. Autodestrucción. Aburrimiento, excitación.
Río y lloro. Grito y callo. Sueño y despierto.
Madura y niña. Tarada y cuerda. Feliz y triste.
Hacer y deshacer a mi voluntad lo que me plazca.
A veces soy demasiado radical. Y me sorben las ganas de todo. Me recluyo en un agujero, uno que acabé haciendo mío, donde me escondo. Después salgo e intento arreglar lo que puedo. Y lo hago.
Aprendo de mis errores, dicen que es de sabios, ¿no? Entonces es cuando aprendo a ser; a dejar de luchar contra mí misma. Importa más lo que pienso de mí, que lo que opinen los demás; porque no son más que eso, opiniones.
Sentimientos imposibles de transcribir. Es una razón poderosa para admirar a quien sabe hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario