Y pienso que cada persona tiene el suyo; el único imperativo es seguirlo y aceptarlo, sin importar a dónde lleve.
Por eso no maldigo mis penas, porque si me ocurren es por algo y siempre de los errores se aprende.
Algún día el tiempo y el destino pondrá todo en su lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario