En el de creer que la vida es inmutable, que una vez metidos en los raíles hemos de recorrerlos hasta el final.
En cambio, el destino tiene más fantasías que nosotros. Y justamente cuando crees encontrarte en una situación que no tiene escapatoria, cuando llegas al ápice de la desesperación, con la velocidad de una ráfaga de viento cambia todo, queda pata arribas, y de un un momento a otro te encuentras viviendo una nueva vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario